Dominando los Nombres de Métodos Ruby: Una Guía para la Asignación de Variables

Al trabajar con Ruby, nombrar y gestionar los nombres de los métodos con precisión es crucial, especialmente cuando te enfrentas a situaciones que desafían los patrones convencionales. Un enigma intrigante surge cuando intentas establecer variables utilizando llamadas a métodos que se asemejan a las de los objetos ActiveRecord. El problema se intensifica cuando descubres que algunos de los nombres de variables que deseas contienen puntos, lo que complica tu sintaxis. Esta publicación describe el problema, proporciona un enfoque cauteloso y ofrece una solución no convencional pero efectiva para tus proyectos en Ruby.

El Problema

En un proyecto reciente de Ruby, un desarrollador intentó sobrescribir el método method_missing para habilitar una forma dinámica de asignar valores a las variables utilizando una sintaxis similar a:

Object.variable_name = 'nuevo valor'

Sin embargo, la situación se complica cuando los nombres de las variables incluyen puntos. Por ejemplo, el desarrollador descubrió que podía sortear este problema utilizando:

Object.send('variable.name=', 'nuevo valor')

Aunque este método funciona, sigue existiendo el deseo de utilizar la sintaxis más legible y elegante de:

Object.variable.name = 'nuevo valor'

La Precaución: ¡No lo Hagas!

Antes de profundizar en una solución alternativa, es vital enfatizar un punto crucial: ¡No crees identificadores en Ruby que no sean válidos! Intentar eludir las convenciones del lenguaje puede llevar a un código poco confiable y confusión. Si deseas usar este enfoque por claridad, considera aprovechar attr_writer, attr_reader y attr_accessor, que están diseñados específicamente para este propósito. Por ejemplo:

attr_writer :bar
attr_reader :baz
attr_accessor :foo

La Solución: Un Enfoque Creativo con method_missing

A pesar de la precaución, si aún estás ansioso por seguir este camino, aquí te mostramos cómo lograrlo utilizando una clase personalizada y el método method_missing. La clave aquí es devolver otra instancia de la misma clase cada vez que accedas a un método, lo que te permite recopilar la información necesaria mientras navegas a través de tus llamadas a métodos.

Implementación

Aquí hay una implementación práctica de este concepto con la clase SillySetter:

class SillySetter
  def initialize(path = nil)
    @path = path
  end

  def method_missing(name, value = nil)
    new_path = @path ? "#{@path}.#{name}" : name
    if name.to_s[-1] == ?=
      puts "estableciendo #{new_path} #{value}"
    else
      return self.class.new(path = new_path)
    end
  end
end

s = SillySetter.new
s.foo = 5              # -> estableciendo foo= 5
s.foo.bar.baz = 4      # -> estableciendo foo.bar.baz= 4

Explicación

  1. Método Inicializar: El constructor inicializa la variable de ruta que mantiene un seguimiento de los nombres de los métodos a medida que se encadenan.
  2. method_missing: Este método intercepta llamadas a métodos que no están explícitamente definidos.
    • Si se llama a un método que termina con un signo igual (=), lo reconoce como un setter y muestra el nuevo valor que se está estableciendo.
    • Si el método no concluye con =, crea una nueva instancia de SillySetter con la ruta actualizada.

Conclusión

En Ruby, si bien es tentador optar por la ruta compleja de crear identificadores con puntos en sus nombres, es una práctica que puede llevar a confusión y complicaciones en tu código. Sin embargo, si decides proceder con enfoques tan no convencionales, implementar el método method_missing como se ha mostrado puede ofrecerte la flexibilidad de establecer nombres de variables de manera dinámica, aunque con una advertencia pesada adjunta.

Domina tus nombres de métodos sabiamente, ¡y feliz codificación!